Desde 1910, cuando Elizabeth Arden abrió su primer salón Red Door en Nueva York, ha sido un verdadero ícono en el mundo de la belleza. Una innovadora y empresaria que creó productos para el cuidado de la piel que realzaban la apariencia de la mujer en lugar de ocultarla. El espíritu emprendedor de Elizabeth Arden y su compromiso con la innovación y la calidad perduran incluso hoy en día en sus creaciones, que consisten en productos para el cuidado de la piel, maquillaje de alta calidad y por supuesto increíbles fragancias.